El sitio de Rafha

El sitio de Rafha

La huelga general de estudiantes es una llamada a los trabajadores y sectores populares a ponerse en pie contra la guerra y el genocidio

Palestina fue colonizada por las principales potencias imperialistas después de la Segunda Guerra Mundial: la opresión, la represión, la guerra ha sido el método de acabar con el pueblo palestino. Bajo el yugo del imperialismo, Palestina dejó de existir como país soberano y también como Estado. La resistencia de todo un pueblo puso en jaque desde entonces a los amos del mundo, señores de la guerra.

Después de más de seis meses de políticas de exterminio en la antigua Palestina, los EEUU se cuestionan el envío de armas que permite el genocidio, pero siguen sosteniendo el gobierno de Netanyahu y justificando el genocidio. Los principales países del mundo tratan de lavarse las manos -que tienen manchadas de sangre- con falsos argumentos, como que el Estado de Israel tendría derecho a la autodefensa, cuando se ejecuta genocidio contra población civil indefensa, sin ejército alguno que la podría proteger de la guerra de exterminio. El derecho del que se reclaman los partidarios de la guerra es a todas luces inexistente.

La política imperialista de los dos Estados, permite a ciertos gobiernos, como el español, jugar a la confusión. Es así cuando se habla del reconocimiento diplomático de un Estado, que no solo no existe sino que no tiene base material alguna para existir; cuando lo que se viene a justificar es la existencia misma del Estado de Israel como punta de lanza imperialista en Oriente Próximo. Por ello, se habla de dicho reconocimiento mientras se mantienen relaciones económicas y políticas con el Estado genocida de Israel. Argucia que contribuye, a su manera, al intento de ejecutar la solución final para la población árabe en Palestina. El hecho es que la resistencia del pueblo palestino, la solidaridad internacional con su causa, expresada en millones de movilizaciones internacionales, y ahora en la   huelga internacional de estudiantes, ha multiplicado todas las contradicciones interimperialistas. Y en ese ámbito hay que señalar que el mismo gobierno de coalición español, que sigue siendo cómplice de la masacre, conoce un curso contradictorio sobre la cuestión de la guerra y el genocidio. El ministro de Derechos Sociales del gobierno de Sánchez, Pablo Bustinduy, ha remitido cartas a empresarios españoles instando a que tomen medidas para no contribuir a “las flagrantes vulneraciones de Derechos Humanos que el Estado de Israel está cometiendo en los territorios palestinos ocupados, incluyendo la Franja de Gaza, contra la población palestina». Otros ministros de Sánchez han salido de inmediato a desautorizar al ministro Bustinduy.

La Embajadora de Israel, que se pasea desde hace meses por todas las televisiones y medios de comunicación defendiendo la guerra y el genocidio, ha calificado de “falsa acusación” la carta del ministro español, intromisión en los asuntos internos españoles que sólo se permite a quienes tienen patente de corso contra los pueblos del mundo.

 El movimiento de estudiantes y profesores, las acampadas en los campus, que comenzó en los EEUU se ha extendido a la mayoría de universidades del mundo, poniendo al descubierto las complicidades con la guerra y el genocidio de los gobiernos aliados de los EEUU. Es la expresión de la resistencia a la política de guerra, en defensa de nuestra civilización, que está en riesgo de una nueva guerra imperialista mundial. Por ello, la represión policial ha sido la respuesta de los gobiernos. En EEUU, Alemania, Francia …, la policía ha intervenido en las universidades expulsando a los estudiantes, desmantelando a la fuerza los campamentos improvisados, realizando miles de detenciones. Lejos de apagar la hoguera de la protesta universitaria, ésta se ha extendido y radicalizado, exigiendo a las autoridades la ruptura de todo convenio o acuerdo de colaboración con el Estado de Israel. Lo que está en juego es el derecho del pueblo palestino a existir contra los planes imperialistas del Gran Israel; por ello en las huelgas y manifestaciones se reclama el inmediato alto el fuego para impedir el asedio de Rafha.

La guerra y genocidio contra el pueblo palestino se centra ahora en Rafha, en la frontera con Egipto. La decisión de Netanyahu de asaltar militarmente los campamentos de refugiados debe ser rechazada con la más amplia movilización sobre los gobiernos del mundo para que rompan con el Estado de Israel. Siguiendo el ejemplo de Colombia, que ha anunciado la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel por el genocidio en Gaza. El presidente Petro manifestó en la concentración del Primero de Mayo en Bogotá: “La necesidad de la vida, la rebeldía, la bandera alzada y la resistencia. Esa palabra se llama Gaza. Se llama Palestina, las niñas, los niños, los bebés, que han muerto descuartizados por las bombas… Si muere Palestina, muere la humanidad y no la vamos a dejar morir”.

En América Latina la mayoría de los gobiernos rechazan ser cómplices del genocidio; sólo Milei sostiene política y económicamente a Netanyahu. Tanto Petro, como el presidente boliviano Luis Arce, Belice y el presidente de Nicaragua, acaban de romper relaciones diplomáticas con el Estado de Israel. El presidente chileno retira a su embajador en Tel Aviv, lo que también hizo Honduras. Lula, el presidente brasileño del Partido de los Trabajadores, denuncia que Israel lleva a cabo un genocidio similar “al de Hitler contra los judíos”. Hay que destacar el cinismo de los jueces de la Corte Internacional de Justicia que, a denuncia de Nicaragua contra Alemania por su complicidad como suministradora de armas, ha rechazado en tiempo récord las medidas de emergencia solicitadas para bloquear el suministro de armas a Netanyahu.

También contra la guerra, por la paz, la soberanía y la república, se ha constituido una coalición que, con dicha denominación, presenta sus candidatos a las elecciones europeas. Para la coalición paz, soberanía, república, se trata de servir de punto de apoyo para la movilización nacional e internacional contra la guerra imperialista, para ayudar a la reorganización independiente en marcha. La Unión Europea y sus instituciones son parte de la política de guerra internacional.

Hace unos meses se daba a conocer el escándalo de los sobornos a altos responsables del Parlamento Europeo por parte de Qatar y Marruecos, con la implicación de la misma vicepresidenta de la cámara. Unas estructuras antidemocráticas y corruptas, sometidas a los EEUU y la OTAN, sirviendo a los planes de destrucción económica y regresión social, de guerra en Ucrania y las tierras palestinas. La red de comisionistas de los planes de recesión y guerra es muy amplia, comenzando por la todopoderosa Comisión Europea, con poderes ejecutivos y legislativos, y su presidenta, Úrsula von der Leyen, acusada de negociar en secreto contratos con las multinacionales farmacéuticas con comisiones de unos 700 millones de euros. La UE es una institución corrupta y antidemocrática desde la cúspide a la base. En Bruselas, alrededor de las instituciones que secuestran la voluntad de los pueblos de Europa, puede haber 20.000 lobistas, moviéndose para que los eurodiputados tomen decisiones a favor de las grandes empresas y de aquellas potencias que cumplen planes imperialistas, como es el caso de Marruecos, convertido en gendarme del mediterráneo por los EEUU. Recordemos, en ese sentido, la decisión personal tomada por el presidente Sánchez de entregar el pueblo y el territorio del Sahara Occidental al monarca marroquí.

La coalición por la soberanía y la república se pone en marcha para ayudar a la lucha por la paz, por las reivindicaciones sociales y democráticas: ¡por la República y la Constituyente con todos los poderes!.  

ESPACIO INDEPENDIENTE / PSLF