La coalición “Paz Soberanía República” exige su legalización y lanza campaña dirigida al Gobierno y Comisión Europea por el alto el fuego inmediato

Encrucijada de guerra y desigualdad

La coalición “Paz Soberanía República” exige su legalización y lanza campaña dirigida al Gobierno y Comisión Europea por el alto el fuego inmediato

La huelga internacional de estudiantes está influenciando a los trabajadores acerca de la necesidad de oponerse a la represión policial, al tiempo que toma conciencia de los peligros que representa la política de sus respectivos gobiernos. La revuelta ha comenzado en las bases de los sindicatos chocando con la actitud de los burócratas sindicales, aferrados a la política oficial y a la financiación estatal. La defensa de los derechos sociales y democráticos afecta de forma singular a los trabajadores en todas partes, y amenaza con laminar toda independencia política y económica de sus organizaciones. Las guerras de Ucrania y Palestina por un nuevo reparto imperialista del mundo es también una guerra contra los derechos de los trabajadores, de aumento de la precariedad y los despidos, de incremento de los precios, mientras salarios y pensiones permanecen estancados.

El sitio de Rafah agrava el genocidio, que combina los bombardeos masivos de los campamentos de refugiados con el bloqueo de la ayuda humanitaria, mientras el hambre se hace crónica entre la población. A ojos del mundo entero, la encrucijada tanto de la guerra de Ucrania como la de Palestina solo puede ser resuelta por un amplio movimiento contra la guerra y contra la desigualdad social, que es la expresión concreta de la lucha contra la explotación y la opresión.

La guerra de Ucrania se prolonga indefinidamente. El gobierno ucraniano, entregado a los planes de EEUU y de las potencias occidentales, no deja de reclamar más armas y dinero. Ahora apela a que “la ayuda llegue a tiempo”, cuando sectores del frente se desvanecen, como cerca de la ciudad de Járkov, por el avance del ejército ruso. Sus tropas han cruzado la frontera de Ucrania en el norte y logrado el control de varias localidades, lo que ha llevado a Zelenski a suspender el viaje programado a España, donde tenía previsto entrevistarse con Sánchez y Felipe VI para establecer un acuerdo de seguridad en el marco de la guerra, un acuerdo de entrega de más armas y más millones de euros.

El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, el único mandatario europeo opuesto a la guerra, se encuentra en estado grave tras sufrir un atentado; mientras que en Georgia, el Parlamento acaba de aprobar la denominada “ley rusa”, pretendiendo controlar los agentes extranjeros que buscan extender los conflictos armados en el este de Europa.

En España los resultados de las elecciones catalanas han venido a agravar aún más  la crisis política e institucional, en la medida que los aliados nacionalistas del Gobierno, que  renunciaron al “procés” han sido derrotados en las urnas por sus compromisos con el gobierno; en particular, es el caso de Esquerra Republicana cuyos representantes máximos han sido también derrotados por sus bases;  oponiéndose a que sus líderes hablen de república en Barcelona, mientras que colaboran y sostienen   el gobierno de la monarquía en Madrid.

Los compromisos de guerra y desigualdad social del Gobierno español, pese a que se silencian y ocultan, le llevan a perder los exiguos apoyos sobre los que se sostiene, mientras que el PP y Vox avanzan: bloqueando los principales órganos judiciales y ahora también el Senado. Las fuerzas políticas que colaboran abiertamente con Sánchez y participan de sus políticas en general, como es el caso de Sumar y Podemos, han exigido a Sánchez aclarar el contenido del carguero “Borkum”, que está a punto de llegar al puerto de Cartagena. La Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina ha denunciado que el carguero transporta armas a Israel. Y CCOO, por primera vez en el marco de la política de guerra, solicita al Gobierno que inmovilice la embarcación, tal y como establece el Tratado sobre Comercio de Armas de las Naciones Unidas.

 En consecuencia, la situación mundial viene marcada por la amenaza de extensión de los conflictos armados que aterrorizan a los trabajadores y pueblos. La amplia movilización internacional contra la guerra se combina con la defensa de los derechos sociales y democráticos que están siendo cuestionados por todos los gobiernos, sean estos del color que sea. La lucha por la paz, por el alto el fuego inmediato contra las guerras y el genocidio, se ha convertido en bandera del movimiento de estudiantes y sindicatos de trabajadores, como es el caso de la CGT. Plantean la necesidad de un acuerdo de trabajadores y estudiantes para la movilización general: la huelga contra la guerra, en la medida que la movilización unitaria por la paralización de los planes de guerra, especulación y destrucción se ha convertido en la clave de la situación.

Todos sabemos que la guerra es un inmenso negocio para fabricantes de armas y especuladores de todo tipo, como comprobamos con los beneficios colosales que declaran los grandes bancos, como también las principales empresas multinacionales, mientras que los salarios y pensiones pierden día a día capacidad de compra. La guerra es también la vida cara, la imposibilidad de pagar los alquileres y las hipotecas, la ruina y la muerte para sectores de la humanidad.

Los acontecimientos en numerosas zonas del mundo muestran una tendencia dominante tendente a la dislocación del orden mundial. Los conflictos armados responden a los intereses de los principales grupos capitalistas frente a los intereses y aspiraciones de la mayoría social. Las contradicciones del sistema basado en la propiedad privada de los grandes medios de producción y cambio llevan a un nuevo proceso de destrucción de fuerzas productivas de la humanidad, a un nuevo reparto imperialista del mundo. La lógica de la guerra, la política y la economía están directamente relacionadas y entrelazadas. Frente a las guerras imperialistas, somos abiertamente partidarios de la lucha de clases contra las guerras, de las demandas sociales y democráticas, de la movilización y la huelga por el cambio político y social que permita gobiernos en interés de trabajadores y pueblos.

El sistema de las Naciones Unidas está colapsado por las grandes potencias y, por tanto, es incapaz de evitar la guerra y el genocidio. En consecuencia con esta grave situación, exigimos a los gobiernos y organismos internacionales, que se reclaman de la democracia y de los derechos de la mayoría, a romper con los planes de guerra, de financiación y producción de armamentos, demandando la retirada inmediata de las tropas desplegadas en los frentes de guerra y la condena internacional de los gobiernos y mandatarios que promueven la guerra cometiendo numerosos crímenes contra la humanidad. En definitiva, somos partidarios de los métodos de lucha contra la guerra que hagan a los trabajadores conscientes de su papel en el cambio político y social.

La coalición electoral ESPACIO AMPLIO, PAZ SOBERANÍA REPÚBLICA, formada por partidos y colectivos sociales que se oponen a la política de guerra, que proponen una solución democrática frente al continuismo del régimen monárquico, señala que, habiendo conseguido reunir las condiciones-avales de electos y certificaciones oficiales que exige la ley, ha sido apartada de forma irregular del proceso electoral. Por ello ha decidido recurrir ante todas las instancias judiciales en defensa de su derecho a defender, en el marco de las elecciones europeas, la política que se demanda en las calles contra la guerra y el genocidio, por el alto el fuego inmediato y la protección internacional de la población civil asediada. La coalición constituida se propone iniciar campaña política dirigida a la Comisión Europea y al Gobierno español por el Alto el fuego, la PAZ SOBERANÍA Y REPÚBLICA.   

Espacio Amplio / PSLF